miércoles, 4 de enero de 2012

Drama Familiar


Para hacerlo menos triste y denso, se los coloco (el texto) en forma de verso.

Érase un señor entrado en años
al que estaban haciendo una entrevista.

El reportero, por respeto,
más abajo dos peldaños
y atentísimo a un relato
tan sincero como extraño:

Yo soy hijo de exiliados,
mis padres antifranquistas,
sentenció el entrevistado,
y tengo una larga lista
para estar desesperado:

Una mujer inmigrante,
tres hijos, los dos mayores parados,
la del medio ni ha cobrado
y su marido un mangante
(por cierto, está procesado),
la mayor se ha divorciado,
ha tenido mucho aguante,
estaba siempre drogado
y dando, casi siempre, el cante.

Y yo que estoy operado,
que ya no soy el de antes,
tengo que tirar "palante",
gracias a estar pensionado.

Todos comen de mi paga,
también el hijo pequeño,
su esposa, que es divorciada,
aunque antes trabajaba
lo dejó, con tanto empeño
que hoy por hoy no hace nada.

Están a la sopa boba,
todos ello y los nietos.

Según entraba en la alcoba,
nervioso, con tanto aprieto,
me dió uno, el más inquieto,
y casi me deja ciego,
con el palo de la escoba.

A tal punto, el reportero,
con asombro y con respeto,
(del que siempre hacía gala),
le dijo algo muy escueto:

- Majestad, a pesar de ser un reto,
su situación no es tan mala -

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